Mascarillas para todos los gustos

A los complementos de moda clásicos como bolsos, cinturones, pañuelos o gafas, hay que añadir uno nuevo: las mascarillas. Si la polución y el cambio climático las introdujo ahora el coronavirus las ha convertido en imprescindibles. Cuando empezó la pandemia, y ante la gravedad de la situación global, muchos famosos se lanzaron a donar mascarillas de un solo uso y a diseñarlas con fines solidarios. En plena desescalada pero con la obligatoriedad de llevarlas en espacios cerrados o cuando no pueda mantenerse la distancia de seguridad, la industria de la moda se ha puesto manos a la obra para incluirlas de forma definitiva en sus colecciones.

Las marcas de lujo (Chanel, Gucci, Fendi, Louis Vuitton) han sido de las primeras en crearlas con el logo identificativo para deleite de las fashion-victims . Y los seguidores de los equipos de fútbol y de la NBA, por ejemplo, ya pueden protegerse con el escudo y los colores de sus clubes. También hay mascarillas con la estelada, con la bandera de España (como la que suele llevar la diputada de Vox, Macarena Olona), o con el escudo de Mónaco como la que lucieron hace unos días la princesa Estefanía y sus dos hijas (Paulina y Camila) en la inauguración de un casino. En el mismo acto, Andrea Casairaghi optó por una de camuflaje, y su esposa Tatiana Santo Domingo, de florecitas de estilo boho.

La diseñadora Maria Escoté las ha creado de lunares o de print animal. También tienen las suyas Juan Avellanea, Vicky Martín Berrocal, Moisés Nieto, Sonia Carrasco, Miguel Marinero o Ágatha Ruiz de la Prada, que ha confeccionado tres modelos diferentes para la cadena de supermercados Lidl.

En este sentido, Jean Paul Gaultier ha diseñado unas muy divertidas con sus icónicas rallas de marinero y otras con su corsé característico. NickyJam o MileyCyrus no son amigos de la discreción y mientras que el primero ha posado con una con el dibujo de una gran dentadura con un puro, la que fue Hannah Montana ha lucido una que reproduce su gesto habitual de sacar la lengua, similar al logo de TheRollingStones, que también se encuentra en mascarillas.

Laura Sánchez, Pastora Soler, Los Morancos, Pitingo, Eva González, Belén Esteban o Cristina Cifuentes han popularizado las del diseñador Sergio Vidal, que también las confecciona como recuerdo de boda o de la Primera Comunión.

El empresario Aldo Comas ha convertido las mascarillas en joyas. La actriz Macarena Gómez, su mujer, luce este accesoriocon cadenitas y charms, con gran éxito entre sus seguidores, que se interesan por comprarlas. Es curioso, como el tiempo lo relativiza todo. Al principio de la pandemia, Alejandra Rublo, la hija de Terelu Campos, pidió que la gente se quedara en casa con una foto suya con una con una mascarilla de cristales incrustados. Las redes se llenaron de indignación calificando a la influencer de frívola. Igual que a ZuzanaCaputova, la presidenta de Eslovaquia, cuando recibió al nuevo primer ministro de su país con un mascarilla de color magenta igual que su vestido.

En las pasarelas, hace ya años que de tanto en tanto se ven a modelos que desfilan con mascarillas y desde el 2018 esta tendencia va en aumento, no por el coronavirus, sino por la polución. El año pasado en todas las semanas de la moda hubo algún desfile con mascarillas. Como el de Marina Serre, en París con mascarillas a juego con los trajes que curiosamente iban a llevarse en invierno del 2020. Y el pasado septiembre, en Milán, Fedez, el marido de ChiaraFerragni acudió al desfile de Moschino con mascarilla.

Ya en el 2020, en enero, en la gala de los Grammy, la excéntrica BillieEilish lució una mascarilla de Gucci, según dijo para denunciar costumbres opresivas. Quien le iba a decir que apenas dos meses más tarde, la mascarilla no sería un elemento de denuncia sino de protección. Y, además, imprescindible.

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